Sede LUIDO

En una manzana de uso industrial de las afueras de San Javier (Murcia), se nos propone la construcción de las oficinas para una empresa constructora. El solar cuenta con un edificio preexistente de dos plantas, que la nueva intervención absorberá por completo, cambiando incluso su fachada para integrarla dentro de la nueva imagen de la empresa.

Se decide reorganizar todo el programa en las dos plantas, situando en la planta baja el acceso con una pequeña oficina de ventas y una sala de formación de personal. Se colmata esta planta con talleres y almacenes de uso privado. La planta superior es la que alberga la mayor parte de las oficinas de la empresa contando con recepción, administración, reprografía, sala múltiple, despachos y sala de reuniones.

La circulación se dispone en la zona central y deja dos franjas laterales para la disposición de los despachos direccionales a un lado y los puestos operativos al otro, configurando un esquema bastante sencillo con el que optimizar toda la planta. Lo primero que nos llamó la atención en estos clientes fue su actitud abierta hacia otras posibles soluciones, la confianza depositada y la transparencia en sus relaciones y en el ambiente de trabajo. Todas estas características han estado muy presentes durante todo el proceso de organización y diseño de sus oficinas. Eso nos llevó a concebir la planta como una sucesión de transparencias, matizadas sólo por la presencia de vinilos y tipografía de la empresa.

La luz está siempre presente en toda la profundidad de la planta gracias a la inclusión de un patio que separa la sala de juntas del resto del programa. Construir con esta luz, volverse transparente y marcar la solidez con una geometría rotunda son parte de la imagen que esta empresa constructora deseaba transmitir. Pero se hacía necesario además hablar del ambiente que se respira, del optimismo de una empresa liderada por jóvenes con ilusión.

El estudio que ideó la imagen corporativa de esta empresa colaboró con nosotros para trazar los gráficos que recorren las superficies de vidrio y policarbonato atando los recorridos de acceso. Es el grafismo entonces, el que contrasta y suaviza el rigor técnico de la escalera metálica con peldañeado transparente, el que acompaña su trazado y asciende hasta unas nubes de policarbonato que iluminan todo el vestíbulo por la noche.

Se hacía necesario introducir el color y contar la cara más divertida del oficio de construir.