Centro de Salud Mental en Lorca

El Lugar

La parcela de la que disponía el Servicio Murciano de Salud para la construcción del Centro de Salud Mental, se situaba en un plan parcial de reciente ejecución, el cual, dejaba los equipamientos en su límite, junto a un polígono de vivienda social muy degradado. El proyecto, por tanto, se desarrolló en un entorno sin consolidar, que no presentaba ningún condicionante de trama, ni elementos característicos o destacables, siendo la condición de borde con la huerta existente el único referente. El edificio debía resolver por sí mismo las condiciones de representatividad de un edificio público y entenderse como un elemento generador de actividad.

El Proyecto

Para la solución de los requerimientos funcionales se adopta un sistema en “peine” con dos bloques paralelos de dos plantas, donde se alojan las distintas unidades de consultas y talleres con un sistema de distribución lineal. Una pieza longitudinal perpendicular a los dos bloques resuelve la comunicación entre ambos y alberga las unidades de recepción y espera de pacientes, los núcleos de comunicación y los servicios del centro.

Tras el estudio de los requerimientos del programa (distintos usos con distintas superficies),se optó por implantar un sistema de módulos, que permite su adaptación al programa y además puede absorber futuros cambios del protocolo médico o de uso. 

Se presta especial atención a la configuración de los espacios de uso general, donde se crea un espacio en doble altura que comunica visualmente los espacios de circulación de las dos plantas.

El centro posee dos entradas: una de acceso general, con recepción y espera centralizadas, y otro para la unidad de atención a drogodependencias, dado su uso funcional y horario independiente. La planta 00 alberga las estancias del centro de salud mental y la planta 01 las unidades de rehabilitación y hospital de día, de acuerdo a los criterios del Servicio Murciano de Salud en cuanto a flujos y necesidades de los pacientes.

La Construcción.

Las características constructivas responden a un entorno ausente, a la posible degradación con el uso y lo limitado del presupuesto. Para ello propusimos un basamento con acabados “duros” y una composición de huecos y macizos que traslada la modulación interior a los paramentos exteriores. La planta superior se materializa como dos cajas de hormigón que enmarcan un cerramiento de vidrio y protecciones con lamas de vidrio de color, con ello, además de la significación urbana del edificio, pretendemos generar un entorno amable que evite las connotaciones negativas de los edificios destinados a la enfermedad mental. La construcción interior se realiza toda con obra “en seco” y revestimientos durables, sin olvidar la introducción de color y su incidencia sobre los enfermos mentales.