Módulo Rosell

Cartagena
2005

Situación:

Hospital Santa María del Rosell, Paseo Alfonso XIII, Cartagena, 

Arquitectos:

José María López Martínez

Manuel A. Ródenas López

Aparejador:

Javier Domínguez Alcoba

Colaboradores:

Edith Aroca Vicente,arquitecto

Iluminación FCLD

Contratista:

Gesticar S.L.

Fotógrafo:

David Frutos

La construcción del módulo de espera de urgencias surge debido a la necesidad de externalizar este espacio por la realización de reformas internas del hospital. Se planea una nueva sala de espera a modo de pabellón externo en las proximidades de la entrada. De este modo se produce un encargo un tanto singular, tan simple y atractivo como lo es la única exigencia funcional que se plantea: la espera.

Esperar a ser atendido, esperar noticias sobre un familiar, caminar y tomar el aire para aplacar la ansiedad.

Necesitábamos construir un módulo externo y al mismo tiempo resguardado. Debía dar la sensación de estar esperando en la misma puerta de urgencias aunque separado de ella y a cubierto. Se toma entonces la decisión de hacerlo ligero y transparente, limitado sencillamente con un vidrio de modo que no te haga desligarte de aquello que esperas. Sería otra manera de estar en la puerta de urgencias.

El programa se ordena en dos bandas bien diferenciadas dentro de la misma pieza; una estrecha donde se concentran todos los servicios y otra donde se sitúa la zona de espera compuesta únicamente de espacio físico y un banco longitudinal.

El módulo se reviste en su totalidad con un tablero laminado a alta presión que, junto con los paños de vidrio y el color blanco usado incluso en el pavimento continuo, le confieren cierta asepsia que remite a su carácter sanitario.

Concebido como un gran pliegue en voladizo, cerrado a poniente y abierto a un levante-sur protegido por la sombra del propio hospital, se dobla en su extremo con un gesto, para adecuarse a la altura de la marquesina que cubre la entrada de urgencias existente. Finalmente, toda la pieza descansa sobre un zócalo de malla estirada que sirve para ventilar y registrar las instalaciones que aloja, al tiempo que acomoda el edificio a la pronunciada pendiente.